WHO´S THAT GIRL TOUR PARTE IV

En esta última parte, más latina (o seudomexicana, si queremos...), Madonna aparece con un bonito y carismático traje de tres piezas en rojo sangre para interpretar La Isla Bonita. Falda de volantes que permiten el baile, corsé y chaqueta a juego. Le acompañan los bailarines vestidos también con una suerte de trajes de luces bastante inspirados en trajes cortos que nos vuelven a recordar al país vecino de USA.
El número en sí no emociona mucho, excepto al final, cuando la música se prolonga y vemos algo de sentimiento, digamos.... más pasional.
Who´s That Girl
Holiday

Tras la presentación hispana, y sin pausa, llega Who´s That Girl. Tema extraído del álbum del mismo nombre de aquél mismo verano, y tema principal de la película igualmente llamada, y que a su vez, daba nombre al Tour... Who´s That Girl no deja de ser uno de los clásicos de la Madonna de los 80, que ella misma ha ignorado a lo largo del resto de su carrera, hasta que recientemente, por fin ha tenido su justa recompensa, incluyendose tanto en el recopilatorio Celebration (2009) como en la colección de vídeos correspondiente, por vez primera. La canción, uno de esos buenos y pegadizos temas que Madonna escribía con Stephen Bray en los primeros años de su carrera, tiene en directo una nueva sangre, siendo uno de los números que más animaban al publico.
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Para Who´s That Girl, Madonna se deshacía de la chaqueta bordada, y seguía bailando como una descosida, moviendo su falda de volantes cual aprendiz de bailaora....
Tenía también, un finale instrumental muy cinematográfico, mientras a ella le daba tiempo a refrescarse y cambiar de trapos de nuevo....

Justo cuando terminaba el outro de Who´s That Girl, y veíamos como uno de los dos ojos inmensos al fondo del escenario se apagaba durante un momento, a modo de guiño, escuchábamos unos riffs de guitarra, mientras Niki, Donna y Debra, se movían bastante desacompasadas en su lugar de coristas, arriba, al fondo del escenario.
Y aparecía de nuevo, saltarina y exultante, Madonna en el escenario.... Vestida de rojo aún. Pero esta vez había cambiado la falda de volantes por un ancho pantalón en el mismo color. El corsé seguía siendo el mismo.
En Holiday, Madonna repitió algo que ya hizo en la misma canción en la anterior gira, Virgin Tour (1985), y que repitiría en la siguiente, el Blond Ambition Tour (1990). Hablamos de ciertas pausas en el número, adoptando tanto ella como el cuerpo de baile una postura inmóvil, a modo de maniquíes. Esto provocaba delirio en el público, ansioso de más música, más baile y más espectáculo....
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También una de esas pausas constituía el momento de interacción con el público que Madonna ha tenido en todos sus espectáculos en vivo, a pesar de que siempre se la ha criticado de fría y distante...
Holiday era, en fin, el colofón perfecto para un espectáculo de hora y media, en el que una Madonna incansable e imparable, demostraba alrededor del globo que estaba ahí arriba para quedarse. Ya no era la hortera y encantadora chica bajita y resultona de la época de Like A Virgin. En 1987 ya era una mujer estilizada, que depuraba poco a poco su estilo, y que sabía exactamente lo que tenía que hacer para seguir triunfando. La mezcla de sex-appeal con su evidente talento, unido a su vocación, y a su capacidad de autodeterminación la llevarían aún más lejos. Mucho más lejos....

Justo cuando terminaba el outro de Who´s That Girl, y veíamos como uno de los dos ojos inmensos al fondo del escenario se apagaba durante un momento, a modo de guiño, escuchábamos unos riffs de guitarra, mientras Niki, Donna y Debra, se movían bastante desacompasadas en su lugar de coristas, arriba, al fondo del escenario.

Para Holiday, en una versión en vivo más rockera y guitarrera, se unían en el escenario las tres coristas y los tres bailarines, para dar al momento la algidez que se merecía. Holiday levantaba a los estadios completos... No por nada, era, y sigue siendo, una de las melodías de Madonna que conoce todo el mundo, y uno de esos temas "hands up in the air", lógico para terminar un espectáculo de estas características.
En Holiday, Madonna repitió algo que ya hizo en la misma canción en la anterior gira, Virgin Tour (1985), y que repitiría en la siguiente, el Blond Ambition Tour (1990). Hablamos de ciertas pausas en el número, adoptando tanto ella como el cuerpo de baile una postura inmóvil, a modo de maniquíes. Esto provocaba delirio en el público, ansioso de más música, más baile y más espectáculo....
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También una de esas pausas constituía el momento de interacción con el público que Madonna ha tenido en todos sus espectáculos en vivo, a pesar de que siempre se la ha criticado de fría y distante...
Holiday era, en fin, el colofón perfecto para un espectáculo de hora y media, en el que una Madonna incansable e imparable, demostraba alrededor del globo que estaba ahí arriba para quedarse. Ya no era la hortera y encantadora chica bajita y resultona de la época de Like A Virgin. En 1987 ya era una mujer estilizada, que depuraba poco a poco su estilo, y que sabía exactamente lo que tenía que hacer para seguir triunfando. La mezcla de sex-appeal con su evidente talento, unido a su vocación, y a su capacidad de autodeterminación la llevarían aún más lejos. Mucho más lejos....
me gusta el tono de light humour en este summer blog.go ahead.such a pleasure...
ResponderEliminarel anonimo es tu amigo carlos que no se como escribir mi nombre.ooops...
ResponderEliminarAla, ya sólo por haberte animado a comentar, te dedico el siguiente post..... ;-)
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