
En los últimos años, para Madonna se ha convertido en una tradición epatarnos a todos con una imagen soberbia, sexy y elegante en la fiesta que Vanity Fair celebra tras la entrega de los Oscars. La última, el pasado 25 de febrero. No sé aún de quién era el vestido, pero es cierto que estaba preciosa. El más adecuado de los últimos años, para esta fiesta. Naturalmente ayudó su peinado y su aspecto. Un 10.
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