Anoche, sobre las 0.00 horas, y como siempre en estos casos, escuché por boca de un taxista la noticia de la muerte de Michael Jackson. Es obvio que es una noticia de las que no te crees sólo con escucharlas. Pero sí, desgraciadamente, Jacko falleció ayer jueves en Los Angeles.
Nos ha dejado uno de los mayores iconos de la música y la cultura del siglo 20. Uno de los poquisimos artistas que lo ganaron todo con mucho trabajo y talento. De los que en un momento dado de su carrera sueltan un chispazo que electrifica al mundo entero, y que ya no le deja bajarse del podium de la fama. Por desgracia, la paulatina conversión de la prensa en monstruo destructor consiguió cebarse en él, viendo una víctima frágil. Y él, grande como artista y como persona, pero ingenuo y Peter Pan, no supo cómo defenderse. Los medios tienen, otra vez, lo que más les gusta: otra Leyenda de corta vida a la que dar culto...
Desde aquí, un fuerte abrazo a todos sus seguidores.
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